En
diferentes ocasiones nos hemos referido en este blog a los riesgos derivados
del uso de las máquinas de soldadura en
Badajoz así como del equipamiento a utilizar y las medidas de seguridad que
hay tomar al realizar este tipo de actividades. Queremos volver sobre el tema
centrándonos, en esta ocasión en un problema muy común que suelen padecer los
soldadores novatos o quienes se reincorporan al trabajo tras haber estado una
larga temporada de inactividad.
La fiebre del soldador, pues es el nombre común que recibe este padecimiento,
es una enfermedad benigna y de corta duración cuyos síntomas pueden llegarse a
confundir en muchas ocasiones con los de una simple gripe: fiebre, dolor de
cabeza y de las articulaciones, somnolencia, escalofríos y, en ocasiones,
diarrea. Los síntomas suelen desaparecer transcurridas entre 24 y 48 horas de
su aparición. Se supone que esta fiebre aparece en el proceso de adaptación del
organismo del soldador a las emanaciones de gases metálicos producidos con las máquinas de soldadura en Badajoz. Y que
el trabajador está utilizando los elementos de protección personal a los que le
obliga la normativa.
La soldadura, sea cual sea el método que utilicemos, emite unos gases y vapores
con alto contenido de partículas metálicas como zinc, cadmio, cobre, magnesio…
hasta el punto que, un solador, si no contase con la protección necesaria,
podría inhalar hasta 100 gramos anuales de partículas metálicas, lo que
supondría un riesgo muy elevado de sufrir daños muy graves en las vías
respiratorias, los pulmones y el sistema nervioso.
Dada la gravedad de las posibles consecuencias, desde Dikesol queremos insistir nuevamente en la importancia de la
correcta utilización de las medidas de protección personal en este tipo de
trabajos.
¿Conoces los síntomas de la fiebre del soldador?

15/08/201715 de Agosto de 2017
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